CORREDORES DE SEGUROS DEL REINO UNIDO Y EL CASO DE PRUEBA DE FCA

Covid-19 ha impactado al Reino Unido de muchas maneras. Los seguros se han convertido en el tema principal en los medios de comunicación nacionales y no en el buen sentido. Gran parte de esto es el problema en torno a la cobertura que se proporciona para la interrupción del negocio. Las aseguradoras nunca tuvieron la intención de cubrir una pandemia, pero las pólizas vagamente redactadas condujeron a un caso judicial que fue acelerado por el Tribunal Supremo para que dictara sentencia, lo que ocurrió muy recientemente.

Richard Webb es Director de Manchester Underwriting Management (MUM), socio exclusivo de CGPA Europe en el Reino Unido. MUM es una agencia de suscripción en cuya cartera de productos incluyen el Seguro de Responsabilidad Civil Profesional de Brokers, siendo líder en este mercado. Esta póliza de seguro de responsabilidad civil profesional, asegurada por CGPA Europe y suscrita y gestionada por Manchester Underwriting Management Limited, ha sido acreditada por la British Insurance Brokers’ Association (BIBA) para proporcionar cobertura a sus socios.

Richard, con más de 30 años de experiencia en seguros: comenzó su carrera en el ramo de Accidentes Generales, antes de especializarse en el Mercado de Responsabilidad Civil Profesional. En este artículo, destaca el peligro para los corredores de seguros con el mercado de RC Profesional del Reino Unido: de hecho, no sólo un mercado duro es un entorno difícil de trabajar, sino que también podría crear mayores riesgos de reclamaciones contra los corredores de seguros.

El caso fue presentado por el regulador del Reino Unido, la Financial Conduct Authority (FCA) contra una muestra de aseguradoras porque consideraba que un gran número de condicionados de pólizas de paquetes comerciales cubrirían las reclamaciones derivadas de la pandemia, ya sea deliberadamente o no. La Decisión del Tribunal Supremo es en términos generales a favor de la FCA y se estima que más de 60 aseguradoras y 700 pólizas/condicionados se ven  afectadas por la sentencia. La mayoría de estas pólizas eran destinadas a las pequeñas y medianas empresas.

Esta sentencia significa que las aseguradoras están teniendo que revisar las reclamaciones que se habían realizado y rechazado, así como hacer posible la realización de nuevas reclamaciones. Esto implica ponerse en contacto con sus asegurados para hacerles saber  que la reclamación está siendo revisada. Esto ha creado una gran cantidad de trabajo adicional para aseguradoras, corredores y clientes. También ha elevado las expectativas de los clientes que previamente habían rechazado su reclamación o se les había dicho que no podían hacer una reclamación – la mayoría de estos clientes estarán asegurados bajo pólizas o condicionados que no se ven afectados por el caso de prueba, pero los informes descuidados en los medios de comunicación han levantado expectativas que no se cumplirán.

Los corredores estarán expuestos a quejas dondequiera que haya expectativas incumplidas.

En primer lugar, aquellos clientes que ahora tienen una reclamación válida que será evaluada y liquidada. Esta es una tarea fácil y más fácil por las compañías de seguros tener que ponerse en contacto con sus asegurados para hacerles saber que están revisando el archivo. Muchos de los condicionados afectadas tienen sublímites muy bajos para la interrupción del negocio e incluso los clientes que reciban el pago podrían estar decepcionados.

En segundo lugar, están aquellos clientes que no habían presentado una reclamación pero que ahora pueden tener derecho. El consejo a los corredores es ponerse en contacto con esos clientes para hacerles conscientes de que pueden hacer una reclamación si así lo desean y advertirles que ese tiempo es corto.

Esto deja a aquellos clientes que hicieron una reclamación que no estaba cubierta y por lo tanto ha sido rechazada correctamente. Podrían argumentar que la posibilidad de una pandemia global debería haber sido advertida cuando los corredores estaban revisando sus necesidades, lo que habría implicado la existencia de bolas de cristal y clientes que hubieran pagado primas importantes si la cobertura específica de pandemia hubiera estado disponible (¿y habrían pagado?). O podrían argumentar que el corredor debería haberles vendido una póliza mal redactada que llevó a decenas de abogados, y al Tribunal supremo a entender algo que no querían cubrir las compañías. En el Reino Unido, los clientes pueden presentar una queja o reclamación, sin ningún coste, ante el Ombudsman Financiero (Defensor del Pueblo Financiero) s, que pueden tomar decisiones finales sobre reclamaciones de hasta un valor de £ 355,000 que son vinculantes para los corredores y aseguradoras. Y todavía pueden ir a los tribunales.

El manejo de las reclamaciones a menudo se complica por los factores emocionales que pueden colarse en cualquier disputa. La vida es dura en medio de una pandemia. La gente ha sufrido  el duelo de familiares y amigos y graves pérdidas financieras. Manejar a los clientes que se enfrentan a tales desafíos no es fácil, especialmente cuando los medios de comunicación han aumentado incorrectamente las expectativas.

Esto ha dejado a los corredores en el Reino Unido enfrentándose a mucho trabajo adicional en la revisión de una infinidad de pólizas diferentes, manejando y asesorando a los clientes sobre qué hacer a continuación y, en el peor de los casos, tener que lidiar con quejas contra ellos o, peor aún, acciones legales.

Y esto ha afectado enormemente al mercado de la Responsabilidad Civil Profesional en el Reino Unido. Aquí, los corredores siempre están expuestos a reclamaciones de todo tipo- el Reino Unido es una sociedad litigiosa donde la expectativa no cumplida a menudo conduce a acciones legales en el mejor de los momentos – y esto es lo contrario de los mejores tiempos. Muy pocas aseguradoras cotizarán para nuevos negocios y las tasas se han triplicado aproximadamente en el último año.

El juicio del Caso de Prueba de la FCA es una noticia positiva para muchos clientes, pero ha creado una exposición para los corredores. La probabilidad de que un cliente de una pyme demande con éxito a su bróker por no proporcionarles una póliza que cubra la pandemia sigue siendo bastante remota: tendrán que demostrar que había un deber de considerar el aseguramiento de la pandemia, que el bróker incumplió ese deber y que el incumplimiento condujo a pérdidas financieras (es decir, que la cobertura habría estado disponible y comprada). Como está bien documentado en el caso judicial, las aseguradoras no ofrecían a sabiendas cobertura a pandemias para los clientes de pymes que a su vez eran poco probables que compraran dicha cobertura incluso si hubiera estado disponible. Pero ha dejado a corredores enfrentados a un grupo de clientes infelices que ahora sienten que sus reclamaciones deben ser cubiertas, con razón o sin ella. Si bien las quejas y reclamaciones pueden ser defendidas, tomará tiempo y enormes gastos legales. Tomará muchos años restaurar la reputación de la profesión de seguros.